LA TABERNA DE ELIA

Poco tiene de lo que entendemos ahora por una taberna al uso, pero es que esta taberna se está retrotrayendo a la antigua Roma donde denominaban taberna a cualquier establecimiento especializado en el consumo de comida y vino; de aquí viene la denominación. Hace más de 10 años que "cata" (así le llaman), chef y propietario, comenzó su andadura en este local. Pues bien el local es bastante grande con diversas zonas. Fuera a la intemperie cuenta con 2 mesitas altas donde puedes cenar y fumar a la vez; entrando te encuentras con lo que debe ser una inmensa terraza en verano porque se adivina que se abren ventanales y techo. Y, por último cuenta con una zona totalmente interior donde se encuentra también la barra y la bodega con muchas referencias también de otras partes del mundo. Mucho más agradable la "terraza" aunque a mi me entraba por detrás un ligero frío en estos días de invierno. La mesa bien vestida sin grandes preciosidades de vajilla ni cristalería pero, con servilleta y mantel de tela. El servicio bastante despistado al principio, hubo que pedir el aperitivo hasta en 3 ocasiones hasta que directamente Cata lo pidió por el piringanillo y llegó. Después se fueron activando un poco más y resultó mejor la atención. De aperitivo traen unas aceitunas que deberían cambiarlas o cambiar de aperitivo porque no saben a nada, son pura agua; un queso muy rico y abundante y un buen pan (el aperitivo no lo cobraron) con el que mojar el delicioso aceite que se encuentra sobre la mesa. Pedimos como entrantes a compartir: 1/2 alcachofas a la brasa con jamón (12€) que estaban muy buenas y el jamón presentado deshilachado resulta muy agradable y rico; y 1/2 de torreznos  (6,50€) que es una pieza cortada en 4 pedacitos que tampoco me pareció nada del otro mundo, un poco secos. Como platos principales el steak tartare (26,95€-150 gr.) del que te traen la cucharita para que pruebes el punto (bien hecho). Soy fan absoluta del steak tartare, lo pido siempre y realmente este no está ni siquiera entre mis favoritos. Nulo sabor a carne, no estaba atemperado, salió helado de la nevera y -para mi gusto- demasiado grandes los trozos, ¡una pena!. Cata es quién toma nota de las carnes, quién te aconseja y te trae a la mesa las piezas en crudo para que les eches un vistazo. Pues bien nos enseño 2 chuletones, uno de simmental (centroeuropea) a 59,90€/k y otro de vaca rubia gallega a 78,80€/K. A pesar de que tenía mucho mejor aspecto la Simmental (según dijo mi😇) e incluso era más barata, a mí me encanta la vaca gallega y me decanté por esa pieza. Pues creo que metí la pata porque resultó ser una carne muy densa, con poca jugosidad y cierta dificultad en el corte; el sabor a vaca sí era el que debe ser, pero la untuosidad de la carne no nos gustó, también puede deberse al tamaño de la pieza (700gr/55,16€), si es individual suele ser menos jugosa que si eliges una pieza más grande a compartir entre dos. Y un detalle que me extrañó dada la práctica que tienen, es que el primer chuletón que trajeron estaba pasado y tuvimos que devolverlo. Acompañando la carne pedimos también unos pimientos del piquillo confitados (12,90€) que no eran maravillosos, están excesivamente dulces y también viene la carne con patatas fritas incluídas en el precio que eran mediocres. No pedimos postre. Resumiendo mi experiencia en este sitio, que he visto siempre tan recomendadísimo, para mí ha sido un bluf y considero que está sobrevalorado. Tengo otros sitios en Madrid donde el steak tartare es mucho mejor y la RCP en las carnes también. Vía de las Dos Castillas, 23 (Pozuelo de Alarcón).

6.5/10 €€€/€€€€  https://www.latabernadeelia.es/   -IG-

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