DON LAY🇨🇳
Cena un Domingo. Alta cocina cantonesa en gran local de esquina en María de Molina con Castelló, por donde han pasado sucesivos restaurantes sin renombre. Don Lay vuelve al panorama madrileño después de cerrar hace 4 años su negocio en la Avda. de Extremadura; es más, en aquel local el nombre era "Asador Don Lay" porque su dueño (Francisco Ye) había mantenido la decoración interior del ex-asador ubicado allí. A Francisco le sucedió su hija Nieves. Fue de los primeros chinos de Madrid (hablamos de hace tres décadas), aunque yo esto no lo recuerdo; sí recuerdo que para mí el primer chino lujoso de Madrid fue "House of Ming" donde me llevaron alguna vez mis padres con 14 años más o menos. Aquel Don Lay cerró para lo que parecían reformas hasta que no volvió a abrir más. Actualmente en su reapertura en esta ubicación el negocio está de nuevo en manos de su hija Nieves. Llegas al local subiendo unos 5 escalones y la entrada está preciosa con unas figuras chinas en unas estanterías y unos farolillos ¡precioso!. Ambiente tranquilo y silencioso (había leído que tenían una música estruendosa que deben haber eliminado afortunadamente); creo que las moquetas aportan esa calidez y absorben los ruidos. El uniforme de las camareras es ideal, un vestido verde con flores absolutamente de inspiración oriental. Pasamos por delante de la barra con un arce japonés artificial muy lucido, hacia el fondo donde está nuestra mesa pegada a la cristalera dando a María de Molina. Mesa bien vestida con palillos y platos marcados con el nombre en letras doradas y estupenda servilleta. No traen nada de aperitivo ni pan, pero eso sí, te cobran 2€ por el cubierto😳. Pedimos las bebidas (cerveza 4.50€) y tenemos que volver a pedirlas porque no las traen; empezamos a comprobar que el servicio no es muy ágil. Durante la cena pude comprobar que les falta rodaje (llevan 2 meses abiertos) y se forma un gran batiburrillo de platos sucios en la mesa que se olvidan de recoger y algún otro detalle muy mejorable. Viene el Jefe de Sala a tomar nota de la comida y lo primero que pido es pato laqueado (a eso veníamos...) y me dice lo que nunca hubiera querido oír “siento dar una mala noticia pero se nos ha acabado el pato”; y el pobre Giuseppe (un poco agobiado ante mi disgusto) llama a Nieves que acude a charlar conmigo y me cuenta que les ha sobrepasado la demanda de patos y se les terminaron casi todos en la comida y ahora sólo quedan 6 para las mesas que han pedido antes que yo. Tenemos una charla “¡no puede ser esto!, ¡debéis avisarlo!, ¡decid que hay que reservar el pato al hacer la reserva!”… en fin les sugerí varias maneras en que esta frase “se nos ha acabado el pato” hubiera podido quedar en un mero trámite. Nieves es un amor, todo dulzura, y con una gran sonrisa nos ofrece toda su ayuda para pedir otras cosas de la carta. Su actitud fue tan profesional y tan amable y la explicación perfectamente comprensible que ya se me pasó un poco el disgusto. Pedimos toda la comida y de pronto se acerca Giuseppe y dice: “Tengo una buena noticia… se ha liberado medio pato (en otra mesa sólo necesitaban medio, en vez de entero) y es para vosotros”“¡¡¡estáis invitados!!!” ¡¡sorpresa mayúscula🙂!!;creo que en ese momento mi Domingo terminó arreglándose del todo (no había sido un buen día...) y la experiencia culinaria fue de menos a más. La carta no es demasiado extensa pero tiene de todo; precios no moderados como en otros chinos, pero es que se trata de Alta Cocina en pleno barrio de Salamanca; los pescados al fuego de Wok tienen precios muy elevados (Bogavante azul 90€/Kilo) y lo más caro de toda la carta es el cochinillo entero laqueado (190€) (puedes ver la carta en el video). Pedimos: Shialongbao Shangai (10€/3 un.) tipo de dim sum con caldo dentro, DELICIOSAS; Hakao de bogavante (12€/3 un.) son dim sum de otro tipo también brutales; las hacen a diario manualmente; Canelones de langostino crujiente (14€) elaborados al vapor con pasta de arroz, fabulosos; el pato laqueado (45€/medio) con sus tortitas elaboradas al momento y aderezos, bonita preparación y presentación desmenuzado y con la piel por encima, exquisito. Después del pato (que es en dos servicios, luego vendría el caldo) trajeron el cerdo agridulce con piña laqueada (15€) que me resultó flojo porque la salsa agridulce no la veo muy lograda; y el arroz cantonés con Char Siu (18€) consistente en un arroz con panceta sobre el que vierten una salsa de cebollino y soja, nos lo recomendaron y yo creo que me hubiera gustado más el otro arroz que aparece en la carta que tiene una pinta extraordinaria. Para terminar de postre pedimos el Hojaldre de Yemas con forma de cisne (7€) que es un hojaldre muy fino relleno de crema, un postre rico para ser chino (no se caracterizan por los buenos postres en los Rest chinos). En resumen: local de chino lujoso, comida muy rica entre la que recomendaría pedir –entre otras cosas- una degustación de Dim Sum, jefe de sala y propietaria encantadores, ahhhhhhhhh y no dejéis de dar una vuelta por los cuartos de baño que son preciosos. Querría volver para probar la lubina que es su especialidad desde los inicios de su andadura en el local de antaño. Se puede aparcar bien en la calle y, si no, el parking está pegado a la puerta en Castelló. Castelló 117.
8/10 €€/€€€€ http://donlayrestaurante.es/ -IG-
Comentarios recientes
Me alegro que te haya gustado. Espero que la uses
Muy buena guía gastronomica!. Gracias.
Pues para no gustarte lo que escribo y parecerte basura, observo que bastantes post míos has leído.Mejor cómprate un blog donde opinar, en vez de opinar sobre otras opiniones ¿Siempre lo mismo?otra …
Si escribes un blog es para que la gente lo lea, y como dices que tambien puedo escribir el mío pues eso hago, opinar. Además leyendo sobre otros sitios que también escribes es siempre lo mismo…