Cena de celebración de cumpleaños en este mega local. Me recordó a los locales de Tatel y Toto, gigantescos, magníficos, con muchísimo personal trabajando y horarios infinitos de servicio por turnos, abren a las 13h y la cocina cierra a las 00h. con un pequeño parón entre comida y cena. Os cuento un poco la historia de ZUMA: realmente es una franquicia británica con 21 restaurantes por todo el mundo, el primero fue el de Londres en 2002 y de ahí vino todo lo demás. Aquí se ubicaba el Hard Rock Café, pero nada queda de aquello. A la entrada hay un espacio con barra y muchas mesas altas donde se sirven copas y cocktails, y pasando hacia el fondo se ubica la inmensidad de comedor con mesas bajas normales y algunos puestos en la barra frente al sushi. Cuenta con 3 cocinas a la vista impresionantes, una para cocinar con robata, la del sushi man donde hay dos personas montando el sushi y detrás de ellos una 3ª cocina muy profunda, enorme. También en el piso de abajo tienen otra cocina donde se empiezan a montar muchos de los platos que se acaban arriba y también está la oficina de reservas. ¡Un ritmo frenético!. El local es muy elegante, íntimo y oscuro con una música un poco estruendosa a cargo de un DJ ubicado a la entrada, pero es lo que pega aquí. Mucho postureo, mucha gente guapa, operada (Dios mío las que teníamos al lado.🤣), arregladísimas las chicas, público con el bolsillo abultado, y la mayoría extranjeros. Una experiencia para ver más que para comer. La mesa sin mantel, sencilla, con palillos, sin cubiertos. La carta extensísima, mejor déjate aconsejar un poco porque si no tardarás en elegir; es recomendable probar un plato al menos de la sección de "Signature Dishes" y de la "Robata". Te asignan una persona que será quién te atienda durante toda tu comida, a nosotros nos asignaron una chica japonesa muy simpática. Vamos con la comida:Tartar de vaca con yuzu kosho rojo y sobacha (25€) un plato espectacular en su presentación, la carne viene sobre hielo y viene acompañada de una especie de cortezas crujientes; estaba bueno; Langostinos en tempura (20€), son eso!... en tempura sin salsas ni nada, pero estaban muy buenos, son de gran gramaje y sabrosos; vamos con los nigiris que hay que destacar lo pequeñísimo de su tamaño: Nigiri Hirame (11€/2un.) son de rodaballo, para mí no era magnífico; Nigiri Sake (9€/2un.) son de salmón, estaba rico; Nigiri hotate (11€/2un.) son de vieira, de este repetimos; Nigiri Toro (18€/2un.), aquí nos han cobrado de más, y me doy cuenta ahora al escribir el post, porque pedimos el semi-graso que cuesta 16€ y nos han cobrado el graso 18€, en fin..., en cualquier caso tienen un precio desorbitado, 9€ cada pieza; California Maki (17€), cangrejo real, aguacate y tobiko este estaba bastante flojo; Solomillo de ternera picante con sésamo (36€) (es un signature dish=plato recomendado) viene regado con una salsa de soja dulce y chili picante, ¡estaba rico!; kinoko kamameshi (36€), arroz con setas y trufa y una yema de huevo, debajo lleva también verduras; lo terminan en la mesa mezclando todo, muy vistoso pero un poco plastón el arroz, y precio de arroz con bogavante o más. Para finalizar repetimos 2 piezas de Nigiri de vieira (11€), 5,50€ la pieza ¡de locos! y otras 2 piezas de Nigiri akami (13€) atún normal, no toro, 6,50€ la pieza ¡crazy!. En resumen de nigiri: 4 tristes nigiris de atún (toro, no toro, fatty, no fatty) 31 EURACOS; sólo los de atún. Vamos con los postres, todos muy historiados y muy elevados de precio: Mango tejina (10€), cremoso de chocolate, sorbete de mango y fruta de la pasión, muy bueno porque además no resulta con exceso de azúcar; Pecan pie and kokuto caramel sundae (12€) oblea de nuez pecana (yo lo pedí sin nueces porque no como nueces), helado de boniato en robata, waffle (sustituí el de nueces por una galleta), este postre te lo recomiendan como el mejor de toda la carta y está rico con la originalidad de un helado de boniato😨, pero no es para lanzar🧨; Special Chocolate (14€) fondant de chocolate y caramelo con helado de vainilla, postre del cumpleañero que trajeron con una velita y ¡menos mal! la velita no la cobraron😱porque menudo precio tiene el postre que encima no es nada de otro mundo. La botella de agua 6€ y la copa de vino 9€. El restaurante tiene una terraza fuera muy agradable, con sombrillas y estufas que estaba lógicamente vacía con la temperatura que hacía, pero debe ser muy apetecible en verano. Cuenta con 2 aparcacoches.
En resumen: precios desorbitados para una comida que no lo vale; pésima RCP. Es un lugar para ver y ser visto, postureo, para extranjeros principalmente porque los precios son más acordes con los locales de NY o de abu dabi que con unos precios de Madrid. Apto para ir con amigos, comida corporativa, o en pareja, pero no me parece un sitio para ir en familia. Una vez para conocerlo y no más. No me suele gustar pagar precios exagerados (89€ por barba) por no llegar a comer del todo bien, pero es lo que hay en este tipo de sitios y sabes a lo que vas. No le quito mérito al pedazo de negocio que es, la maravilla de local y todo lo que gira en torno a Zuma. Paseo de la Castellana, 2.