Comemos aquí. Es un club de paddle sí, con un restaurante bastante importante dentro de las instalaciones. La verdad que he conocido ya 3 clubs de padel donde elaboran buenos arroces, aconsejables los tres. El local es muy luminoso porque la pared es todo cristal que se descorre en verano, igual que el techo quedando incorporado a la terraza. Al entrar está la barra con las mesas altas y pasas directamente (sin separación ninguna) a las mesas bajas. Pide mesa del fondo porque estas (en la que nos tocó) son muy incómodas muy cerca de la puerta que entraba mucho frío y cerca de la barra y del paso continuo de camareros. La mesa correcta, con mantel individual de estos de pvc y servilleta de tela. El servicio estupendo; muy amables y organizados. En fin de semana ofrecen un servicio de animador para los más pequeños, pero, si no, pueden estar correteando fuera sin ningún peligro mientras tú comes (los puedes vigilar a través del cristal). El pan riquísimo, de dos tipos, que lo traen de Toledo. Os cuento lo que pedimos de comida: Unos entrantes a compartir: Ensalada de tomate, rúcula, burrata y atún marinado (17€), el tomate era muy flojo y lo mejor el atún marinado que estaba muy bueno y casa muy bien con los demás ingredientes; Ensaladilla de bogavante (18€) precio demasiado elevado porque aunque sea de bogavante llevaba un mini trozo del mismo encima, estaba correcta; Huevos perigord con trufa, foie y salsa de oporto (22€), estaban DELICIOSOS, el mejor entrante, los huevos son poché y el conjunto muy redondo, precio muy elevado. Y ahora ya vamos con los arroces. Pedimos de dos tipos: Arroz del senyoret con rape y calamares (20€) que está ¡SIDERAL!, riquísimo el punto y sabor del arroz, el socarrat, ¡delicioso! y su precio está muy ajustado; este lo pedimos para dos (40€); pedimos además el Arroz de pichón y butifarra negra (22€) también muy logrado en punto y sabor, pero a mí me gustó menos, pero porque la butifarra me la esperaba entera y no me di cuenta que era negra, lo cual le aporta un sabor demasiado potente para mi gusto. Me explico: me encanta la butifarra, pero la blanca y... ¡claro! esto no tiene nada que ver, es más como morcilla y viene deshecha mezclada con el arroz. Cuentan con 4 arroces y 1 fideuá en carta. Ofrecen un enfoque especial al mundo del vino, con una selección de grandes vinos españoles y extranjeros; pedimos copa de godello (3) a 3,90€. De postre: Torrija de brioche (8€) que estaba flojilla y Tarta de manzana (9€) que estaba muy buena; no sé porqué esta diferencia de 1€ en los postres. Ah! se me olvidaba: me pareció fatal que nos ofrecieron unos chupitos al terminar y resulta que ¡nos los cobraron!; cuando te ofrecen esto suele ser porque es cortesía de la casa ¿no? pues nos metieron de extra 10,70€ por 3 chupitos ¡me pareció un detalle feísimo!; porque no me dejaron protestar que yo lo hubiera hecho. En resumen: Sitio para comida en familia o amigos; no para cita romántica. Muy apetecible para darte un buen homenaje después de jugar. Me parecieron caros los entrantes... ¡¡¡22€ unos huevos!!! tienen precio de plato principal y, sin embargo, los arroces están más baratos que en otros sitios. También los postres me parecen caros... al fin y al cabo no estamos más que en un club de padel. Puedes pedir tus arroces a domicilio a través de glovo y just eat, o venir a recogerlos. Pedriza, 6 (POZUELO DE ALARCÓN).