Comida familiar en este japo-chino, cantonés realmente que es un tipo de cocina de una región de china. Al ver la carta me di cuenta de que tiene bastante fusión y es cocina del sudeste asiático. Han inaugurado hace bastante poco y se nota en el servicio que le falta rodaje porque hubo bastantes momentos en que tardaron mucho en traer la comida. El local es muy bonito, un chino lujoso, preciosas las sombrillas de papel del techo. La mesa muy bien vestida con mantel y detallito de jarrón con pequeñas flores decorando. Servilleta de tela también. Las mesas de la entrada del local son las mejores porque se encuentran junto al gran ventanal y tienen mucha mejor luz que las del fondo. Al sentarnos nos traen un aperitivo riquísimo que no son las clásicas patatas/pan chino ese blanco, sino otra especie de patatas buenísimas, ricas, ricas, que volaron en un momento. Después pedimos su especialidad que son los Usuzukuri, concretamente pedimos el usuzukuri de atún toro rojo Balfegó con tomate (18,90€) que está ¡sideral!, delicioso, no dejes de pedirlo porque el atún es de gran calidad y merece la pena; tienen otros elaborados con otros pescados (4 distintos); la carta es muy completa con tiraditos, saam, tacos de curry, langostinos en tempura, sushi, nigiris, dim sum, los platos principales que incluyen noodles, arroces, etc. y el mítico pato pequinés. Después pedimos 4 tipos de nigiris: Solomillo de vaca, foie, trufa negra (8,90€/2 un.) que estaba muy rico, bien el arroz y de calidad la carne; Nigiri de panceta (6,90€/2 un.) ponía que con huevo de codorniz pero no lo llevaba y fue el que menos me gustó de todos; Nigiri de atún toro (7,95€/2 un.) ¡bestial!, el mejor; Nigiri de salmón (6.50€/2 un.) también muy bueno; Tacos de carrillera con curry verde (9,90€) con aguacate, pico de gallo, etc. estaban fresquitos y logrados; Langostinos pop (14,50€) en tempura tan ricos como los de cualquier japonés destacable, la salsa perfecta y el langostino muy sabroso, y las lechuguitas muy ricas porque tenían una vinagreta deliciosa por encima. Como plato fuerte pedimos el Pato pequinés (36,95€/medio pato) con todos sus aderezos de salsas, pepino, etc. Estaba bueno pero los hay mejores. El pato acompañado de un arroz frito cantonés (14,95€) que fue lo que menos me gustó de toda la comida, es un arroz negro pero con un excesivo sabor potente a pescados/mariscos, ¡me falló!. Pedimos también un pan bao (5€) porque mi padre no sabe comer sin pan y necesitaba pan a toda costa; no tienen pan normal pero le dijeron que la próxima vez que vayamos, le avisemos y le compra una barra de pan ¡super amables en todo momento los camareros!. De postre (tienen 5) típica Tarta de queso fluída (6,95€ INVITACIÓN) suave de sabor a queso pero fluidez buena, Tarta de dulce de leche (6,95€) ¡DELICIOSA! y Volcán de chocolate (9,25€) gigante, no es el típico circulito, no, no, es un volcán enorme y estaba rico. Para ser un chino es carete, pero es que los chinos "lujosos" no son los de Usera. Comimos con 4 copas de Verdejo (14,80€). Cuenta con 2 menús degustación por 22,50€ de Lunes a Viernes. Aparcamos en la calle sin problema un domingo. Sor Angela de la Cruz, 22.